Bañada por el Mar Cantábrico, Biarritz es una ciudad costera situada en la región de Aquitania. Es un popular destino de verano que atrajo a la nobleza de la talla de Napoleón III o el Príncipe de Gales Eduardo VIII, motivo por el que se conforma como un destino glamuroso de bellos edificios de la Belle Époque. La gran variedad de ocio, campos de golf famosos, balnearios de aguas terapéuticas y las terrazas de su Vieux Port con el concurrido paseo marítimo harán de nuestros viajes a Biarritz una experiencia relajante por completo. Además, su costa salvaje cuenta con algunas de las playas más populares de surf en toda Europa, motivo por el que muchos adictos a las olas querrán visitar Biarritz.
Al conocer Biarritz apreciaremos el legado que ha ido dejando la nobleza europea a su paso por la ciudad. Mansiones, joyas del Art Deco como su Casino, un gran número de iglesias y capillas históricas se encuentran en cada esquina de la ciudad. Otro ejemplo de la ostentosidad aristocrática es el lujoso Hôtel du Palais, un emblema de la ciudad que originalmente fue la residencia de verano de la Emperatriz Eugenia de Montijo.
El turismo en Biarritz se enfoca en gran parte hacia sus playas. Desde calas cristalinas hasta largas y extensas orillas nos encontramos con la Playa Grande, la más popular de la ciudad. Por su parte, la de Côte des Basques es famosa en Europa por su fuerte oleaje, ideal para los amantes del surf.
La costa esconde acantilados ideales para pasear y un lugar perfecto para observar y disfrutar de los atardeceres es el Faro de Biarritz. Otro curioso lugar que atrae la atención es la Roca de la Virgen, una pequeña capilla erigida sobre una roca en la bahía desde la que podremos ver a lo lejos territorio español.
Viajar a Biarritz como punto de partida para explorar la costa sudoeste francesa es una estupenda elección. San Juan de Luz o Bayona y las salvajes playas de la Côte Basque son algunos de los lugares que sorprenderán al viajero.