Olite es un municipio de Navarra a orillas del río Zidacos. Con un rico patrimonio de la época medieval, fue el lugar donde se emplazó el palacio del rey Carlos III. Los amantes del vino deciden viajar a Olite por ser una famosa región vinícola donde es posible hacer turismo activo gracias a su privilegiada zona natural, situada en el Parque de la Laguna de Pitillas y el Parque de las Bárdenas Reales. Muchos viajes a Olite coinciden con sus fiestas patronales, religiosas y con sus famosos mercados medievales, atrayendo un gran número de viajeros de regiones cercanas.Visitar Olite es entrar de lleno en un mundo medieval. Su casco histórico es la perla del pueblo, con un recinto amurallado que rodea el castillo-palacio. Paseando por sus calles uno puede toparse con bellos ejemplares como el Palacio de los Reyes de Navarra que, aunque muchos lo llamen castillo, sigue siendo un palacio. Las murallas ocupan un lugar importante en los viajeros que hacen turismo en Olite, ya que estas edificaciones de la época romana son, a la vez, bellísimos miradores de la ciudad. El municipio también posee lugares religiosos como la Iglesia de Santa María, de estilo gótico, con una bellísima portada y un magnífico retablo. La unión de los estilos románico, gótico y barroco se ve en la Iglesia de San Pedro, la más antigua del pueblo, con su fachada y claustro románicos. Para los que quieren una estancia especial van a poder alojarse en el Parador Nacional, antaño el palacio viejo. Para conocer Olite, la capital del vino, es recomendable visitar sus bodegas, degustar sus vinos e, incluso, pasear por sus viñedos. Es una forma original y amena de aprender la historia y cultura de este precioso pueblo. Además se puede visitar la laguna de Pitillas, un lugar ideal para el avistamiento de aves.