Alcalá la Real es una emblemática ciudad situada en la provincia de Jaén, famosa por la Fortaleza de la Mota, reliquia de cuando este pueblo marcaba la frontera entre la tierra de Castilla y el reino de Granada. La actividad agrícola que allí se desarrolla, dedicada en mayor medida al cultivo del olivo, junto con su convulso pasado, le han convertido en una tierra rica y llena de historia. Además, los viajes a Alcalá la Real te permiten disfrutar de unos parajes verdaderamente increíbles.Viajar a Alcalá la Real es una oportunidad para visitar una ciudad desconocida para muchos, pues no sólo guarda un importante patrimonio, sino también una marcada personalidad. El monumento más emblemático de la ciudad es la Fortaleza de la Mota, formada por gruesas murallas. Situado encima de un cerro, se convirtió en un punto estratégico tanto para los romanos como también para los árabes en el siglo VIII. Dentro de esta fortaleza se encuentra la Iglesia Mayor Abacial, de estilo renacentista y famosa por sus capillas en memoria de la victoria contra los musulmanes. Es un lugar que permite conocer Alcalá la Real y su historia más a fondo.A los pies de la fortaleza, descendiendo por el cerro, pasas por el Barrio San Juan, uno de las zonas más tradicionales del pueblo, notable por sus calles empedradas y serpentinas y sus casas blancas. La Iglesia de San Juan, construida en el siglo XVI, también se convierte en patrimonio histórico, además de ser una de las más concurridas durante la Semana Santa. Otros barrio interesante para visitar Alcalá la Real es el Barrio de Las Cruces, zona medieval situada en frente de la Fortaleza, con grandes vistas a la ciudad.Hacer turismo en Alcalá la Real te permite, además, adentrarte en sus extensos campos dedicados a la agricultura, en especial al cultivo de olivos para la producción de aceite.