Viajar a Jaca es hacerlo a “la perla del Pirineo”. Esta ciudad emplazada en el corazón del Valle de Aragón es una de las paradas más importantes del Camino de Santiago. Una ciudad con más de 2000 años de antigüedad conquistada en su día por los romanos que llegó a ser capital del Reino de Aragón en el siglo XI. Su impresionante Ciudadela con importantes monumentos románicos recibe gran cantidad de viajeros, y los entusiastas del senderismo, la escalada y la nieve podrán hacer turismo en Jaca y acercarse al Monte Oroel y a las famosas pistas de Astún.
Para conocer Jaca es inevitable pasar por la Ciudadela, una enorme fortaleza con forma de pentágono con 5 grandes baluartes en forma de flecha, todo rodeado de un gran foso. Es una de las construcciones militares más impresionantes de España, cuyo Patio de Armas rodeado de arcos es también muy conocido.
Los viajes a Jaca nos llevan a recorrer algunos de los monumentos románicos más notables del país como la Catedral de San Pedro de Jaca, la primera románica de España que alberga en su interior impresionantes frescos románicos bien conservados en el Museo Diocesano. Accediendo al casco histórico nos encontramos con el Monasterio de las Benedictinas, con una cripta en la que hay pinturas románicas del siglo XIII. Si nos alejamos, llegaremos al Monasterio de San Juan de la Peña, una espectacular construcción bajo una gran peña rocosa, con un Panteón Real y un gran claustro románico.
Muchos viajeros eligen visitar Jaca por su ubicación a los pies de los Pirineos. El hecho de estar a media hora de Candanchú y Astún hace que sea un popular punto de partida para los apasionados del esquí. Además, los montes y ríos de su entorno ofrecen un sinfín de actividades donde se destacan la escalada y el barranquismo, aunque también son muy populares las rutas de senderismo y kayak y el avistamiento de aves rapaces.