A 70 kilómetros de Gerona y a orillas del río Meder se ubica Vic, un pueblo conocido por mantener uno de los conjuntos medievales históricos más sugerentes de Cataluña. Los viajes a Vic tienen muchas características interesantes, desde su peculiar niebla de invierno, que provoca un curioso fenómeno de inversión térmica, hasta sus deliciosos embutidos. Viajar a Vic es conocer también trabajo urbanístico de Gaudí, pues aquí el artista se retiró a descansar durante un breve periodo de tiempo y dejó a su paso elementos arquitectónicos por diferentes rincones de la localidad.La ciudad cuenta con un casco histórico precioso, lleno de recuerdos de la Edad Media, donde se concentran imponentes edificios y obras que brillan con luz propia. Para conocer Vic es necesario saber que la ciudad se dividía en dos sectores, uno en torno al castillo y otro alrededor de la Catedral de Sant Pere de Vic. En la actualidad, la ciudad posee un recogido casco urbano que se encuentra presidido por la Catedral, de estilo neoclásico, que es sede del arzobispado. Allí se atesoran obras de gran valor artístico, como las pinturas murales de Josep María Sert. Cuando uno va a visitar Vic y recorre sus calles tarde o temprano se encuentra con construcciones de gran valor arquitectónico e histórico, como puede ser el Palau Episcopal o la Iglesia de la Pietat, a donde se puede acceder desde la Plaza Mayor porticada, el punto de encuentro por excelencia de los ciudadanos.Muchos que hacen turismo en Vic aprovechan sus viajes para realizar la ruta desde el municipio hasta el Monasterio de Sant Pere de Casserres, del siglo XI, desde donde continúa el Camino de los Pirineos, atractivo para conocer la zona volcánica de la Garrotxa, declarada Parque Natural, o pasar por Manresa, donde se encuentra la basílica de Santa María y Santa Cova. Esta gran variedad de excursiones son un atractivo añadido para visitar esta zona catalana, alta en naturaleza y valor cultural e histórico.