Viajar a Ibi es viajar una localidad que rezuma alegría por todas sus calles y rincones. Un lugar en el que disfrutar de la Cultura, pero también de los pintorescos paisajes, una ciudad a la que escaparse para olvidar la monotonía de la rutina diaria.
Hacer turismo en Ibi es sumergirse en su Historia, en el discurrir del tiempo que ha marcado la personalidad de esta alegre ciudad alicantina. Entre los muchos rincones que el viajero puede encontrar a su paso se encuentra la Iglesia de la Transfiguración del Señor, la Ermita de Santa Lucía, la Plaza de la Tartana, la Gran Casa, o el barrio de Les Costeretes, donde el viajero tendrá que subir por empinadas cuestas.
Después de un día de turismo en Ibi, nada mejor que probar uno de sus helados. La localidad tiene una gran tradición heladera. Sentarse en la Plaça dels Gelaors a degustar uno de sus riquísimos helados hechos de manera artesanal y conocidos en todo el mundo.
Los más pequeños también lo pasaran en grande al viajar a Ibi. La localidad es famosa por sus juguetes y por ser la cuna de los Reyes Magos. Durante más de cien años sus ciudadanos se han dedico en cuerpo y alma a la fabricación de los juguetes que hacen las delicias de los niños en todo el mundo. Coche, muñecas, camiones, casitas… las posibilidades son infinitas, todo lo que pueda soñar la imaginación de un niño.
El Museo del Juguete es también un lugar que visitar en Ibi, donde disfrutaran también los más mayores, al recordar aquellos con los que se divertían durante su infancia.
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