El Teatro Nacional es todo un símbolo artístico de Praga. En este increíble edificio con una preciosa cúpula y pinturas decorando los techos podrás ver una ópera, teatro o ballet en un entorno en el que te sentirás como un burgués del siglo XIX.
El género teatral más emblemático de Praga es el teatro negro, donde se representan obras mudas que juegan con el ojo humano para crear efectos en un escenario con el fondo totalmente oscuro. Hay varios por la ciudad, pero el más famoso de todos es Ta Fantastika, donde se representa una de las obras más populares del teatro negro: Aspects of Alice. Otro de los teatros más populares es el Blacklight Theatre Metro, donde las funciones basadas en luces de colores son mucho más interactivas, ya que al final de las obras muestran al público la tecnología que utilizan los actores. Y no podemos dejar de hablar del Srnec, el teatro donde se originó esta modalidad y que hoy en día realiza funciones coloridas que cuentan la historia del teatro negro en la ciudad.
Uno de los rasgos característicos que tiene Europa Central es su devoción por la música clásica. Praga no es una excepción, y en la ciudad podrás encontrar varios teatros y auditorios en los que se puede disfrutar de un espectacular concierto de música clásica, algunos de ellos a muy buen precio. El Rudolfinum es una referencia mundial de la música clásica, y ver un concierto en su precioso interior neo-renacentista es toda una maravilla. Otro edificio emblemático en Europa es la Ópera Estatal de Praga, que lleva representando obras de ballet y ópera desde hace más de 120 años, al igual que el Teatro Estatal, un edificio que vio a un joven Mozart presentar una de sus óperas.
Muy diferente a todos los anteriores es Laterna Magika, un espectáculo no apto para cualquier público por sus rocambolescas funciones con efectos y actores que se salen de lo normal. En este teatro se adaptan algunas obras clásicas y se mezclan funciones en el escenario con proyecciones.