Aunque hay 37 puentes sobre el Sena en su paso por París, muchos de los más bonitos se encuentran en la Isla de la Ciudad, el núcleo original de la ciudad. El más famoso es sin duda el Pont Neuf, o Puente Nuevo. A pesar de su nombre, es en realidad el puente más antiguo de la ciudad y es conocido por las casi 400 máscaras de piedra que decoran sus paredes, así como por las vistas impresionantes que ofrece desde sus miradores. Muy cerca, también encontrarás el Pont au Double, que ofrece hermosas vistas de la Catedral de Notre Dame, el Puente Saint-Michel y su famosa fuente, y el Pont au Change.
Sin embargo, de todos los puentes del río Sena, el más bonito es quizás el Puente de Alejandro III. Desde su inauguración en la Exposición Universal de 1900, el Puente de Alejandro III ha cautivado a los visitantes con su reluciente acabado blanco y adornos dorados, y su bella estampa junto con el Grand Palais al fondo lo ha convertido en uno de los más fotografiados de la ciudad y un lugar preferido entre los parisinos para un paseo romántico.
Y es que París es la Ciudad del Amor, por lo que no debe extrañar que los puentes del Sena se hayan convertido en lugares populares para parejas que buscan inmortalizar su amor. Este es el caso del Pont des Arts, o Puente de las Artes, que conecta el Museo del Louvre con el Instituto de Francia. Durante años, parejas colgaron miles de candados en sus barandillas como símbolo de su amor, tanto que el peso de los candados obligó a la ciudad prohibir esta práctica (aunque aún se pueden colgar en el Puente del Archevêché cerca de la catedral). A pesar de la prohibición, el Pont des Arts sigue gozando de un gran ambiente a lo largo del año y tienen lugar exposiciones de pintura y actuaciones callejeras en sus orillas.
Uno de los puentes menos conocidos pero que sin duda merece una visita el de Bir-Hakeim, antiguamente llamado el Viaducto de Passy. Construido a principios del siglo XX, se trata una verdadera obra de ingeniería con dos pisos, el inferior donde circulan los coches, las bicicletas y los peatones y el superior dedicado al metro. Pero más allá que su arquitectura, el Puente de Bir-Hakeim destaca sobre todo por las maravillosas vistas de la Torre Eiffel que ofrece y por haber sido escenario de películas tan célebres como "El último tango en París". Fotógrafos buscando la postal perfecto de la Torre Eiffel tampoco deben perderse el Puente de Jena, ubicado a pies de la famosa torre, o la Pasarela Debilly, un pequeño puente peatonal que ofrece una vista inmejorable de la torre sobre las aguas del Sena.