Viajar a Tarragona es vivir auténtica tradición histórica y cultural. Famosa por sus atractivas playas, está situada en plena Costa Dorada y es una de las ciudades que mejor han conservado las herencias de su pasado, con un conjunto monumental declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero visitar Tarragona también es turismo activo, tanto de mar como de montaña. Los parques de la Serra de Montsant y el Parque Natural de el Poblet proporcionan un variado abanico de actividades dirigidas a un turismo de aventura y natural.
Conocer Tarragona es lo mismo que acceder a un museo abierto al aire libre. Conserva numerosas construcciones del Imperio Romano donde destaca el casco antiguo, epicentro de la mayoría de atracciones turísticas como el conjunto arqueológico de Tarraco, una antigua ciudad romana donde podemos ver el Forum Provincial de Tarraco, el Anfiteatro romano y el Circo de Tarraco. Si nos dejamos llevar por las calles nos encontraremos la Rambla Nova, un majestuoso paseo centro de la vida urbana de la ciudad, con muchas terrazas, bares y tiendas.
Si hay un monumento que no pasa desapercibido a la vista de los viajeros es la Catedral de Tarragona, que impresionará por su estilo renacentista y gótico y su enorme pórtico. Si buscamos algo más auténtico y fiel a la tradición, el famoso Barrio del Serrallo es un antiguo barrio de pescadores donde podremos degustar el mejor pescado de la ciudad.
Por otro lado, muchos viajes a Tarragona son para disfrutar de las playas y calas deslumbrantes que ofrece, como la Playa del Miracle, urbana y de arena dorada ideal para familias o la Cala Fonda, una playa aislada donde es común la práctica del nudismo.
Hacer turismo en Tarragona puede incluir la práctica de deportes náuticos como el kayaking y caminatas por la naturaleza. Además se recomienda mucho la visita al Balcón del Mediterráneo, un mirador sobre lo alto de un acantilado al borde del mar que ofrece unas vistas increíbles.