El imperio de los Tarascos.
En este lugar se concentró el poder político, religioso y económico de los tarascos, un pueblo tan aguerrido que llegó a dominar el occidente mexicano. Sus construcciones, ahora muy deterioradas, tienen la peculiaridad de contar con formas redondeadas sobre una plataforma rectangular llamadas yacatas; las ruinas corresponden no solo a templos dedicados a sacerdotes y deidades, sino también a casas habitacionales de los pobladores del lugar. Se encuentra a las riveras del lago de Pátzcuaro, por lo que se podía llegar a esta metrópoli por tierra y agua, a través de los múltiples canales que se desprendían del lago.