Manel hace que te sientas como en casa. Buenos consejos para conocer la zona y descuentos para esquiar. La comida es buenísima. Lo único que hecho a faltar, para los que tenemos niños pequeños, son unos baños más grandes.
Ambiente de montaña decorado en madera. Sitio acogedor, económico y muy bien situado. Se puede comer por 12 euros. Muy amables de trato tanto la cocinera como el chico que lo lleva.
Esta situado en la carretera entre la estación de La Molina y la estación de esquí.
Sitio de copas nada más bajar del telesilla. Nada mal para después de un día de esquí tomar algo y conocer gente jugando a diferenciarse opciones que ofrece el mismo local. Buen ambiente.
