El corazón vikingo del sur.
Port Láirge, como se llama en gaélico, fue y es una ciudad vital, dinámica, inquieta en cultura y en industria, emprendedora y aventurera, como lo fueron los vikingos que la fundaron a la orilla del Suir allá por el siglo IX. Conquistada por los ingleses un siglo después y sabedores de su importancia estratégica y comercial, regalaron abundancia y prosperidad a la ciudad, con una fábrica de moneda y mucho más adelante con otra de cristal que la han mantenido en lo más alto de las ciudades del sur de Irlanda.
La cultura floreció gracias a los contactos comerciales con los ingleses, que en esa época estaban bien vistos por las riquezas que traían a la ciudad, y de lla salieron bravos marineros que fundaron colonias en Terranova.