Paz y tranquilidad a 1500 metros de altura
A un paso de Santa Cruz de Tenerife se encuentra Vilaflor, un pueblo donde la tranquilidad y el sonido del viento son una de sus mayores cualidades, kilómetros interminables de senderos que llegan a sorprendernos y caer en la cuenta que no estamos en un país lejano, el aire puro que se respira, el cielo azul intenso, y noches donde a simple vista se distingue perfectamente la vía láctea, y un techo de estrellas del que es muy difícil quitar la vista.
Sus gentes son amables y su cocina espectacular, donde uno de sus platos típicos de la zona es el pringo con gofio, como no, o la carne de cabra en salsa, con vinos de la zona de excelentes cosechas .