Salvador
Cargamos todo lo necesario en las alforjas impermeables, (importante,) para pasar un día agradable en el campo. Nuestra dirección Vigoulet-Auzil.
Después de pedalear por una cuesta seria, llegamos a la entrada de la ville. Nos detenemos para tomar agua y un poco de energía. Aparece un perro de color beige, de dimensiones consideradas, y se nos acerca trotando. Nos quedamos un poco a la expectativa, pues los perros cuando ven algún objeto avanzando y girando como que les entra el gusanillo de ladrar.
Nada más llega a nuestra altura, todo lo contrario, se sienta y se nos queda mirando. No sabemos qué hacer. Buscamos un lugar donde verter un poco de agua. Encontramos una botella vieja. La cortamos con una navaja y le servimos agua. Se levanta y se pone a beber. Termina y vuelve a sentarse.
![](https://images.mnstatic.com/90/f8/90f846b0fa5ed319ae655dae9d85b345.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/90/6e/906e829ebe086bdb5b6d6ee9b5ffe671.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/11/d4/11d47f000d5304a59d4395a5a30e15c4.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)