Antoine D'Audigier
¡A disfrutar!
Después de haberme perdido los miles de karaokes que hay en Asia, fue finalmente en Victory Bar que pude torturar los oídos de unos cuantos clientes, que tuvieron la amabilidad de no lanzarme nada a la cara. Tienen un extenso catálogo de música popular, las personas parecen convertirse en tus mejores amigos nada más te cruzas con ellos y se unen a la fiebre de las noches letonas. Aunque el bar obtiene su nombre del decorado supuestamente victoriano, es por su ambiente por lo que uno disfruta tanto.