Victoria Falls Hotel

Como no estar impaciente de visualizar uno de los hoteles más famosos desde que el escocés Dr. David Livingstone llegara a estas tierras

Un inolvidable Victoria Falls, un Hotel de 5 * que desde que llegas a su entorno y traspasas la verja llena de banderas , te vas dando cuenta de lo que supone estar alojados en el, que placer.

Nos recibe un señor uniformado con una casaca llena de galones y muy amable. Las sonrisas en este país son reconfortan.

Entrar en el te traslada ha otra época, vas pisando años de historia, sus maderas nobles, que a través de arcadas con colmillos, te llevan al jardín donde hay un estanque maravilloso lleno de nenúfares y del que por la noche salían, unos incesantes ruidos del croar de las ranas

Tal vez molesto para las habitaciones que daban allí, la nuestra estaba en otro ala. La verdad que mentalmente tuve que hacerme un plano y coger referencias, como no.

Es un precioso hotel colonial con varios pabellones, rodeado de un impecable césped y con unas vistas magníficas, justo enfrente de las cataratas aunque no las puedes ver por la vegetación, lo que si puedes ver son las nubes inmensas de vapor que se produce por la fuerza con la que cae el agua. Las habitaciones son muy amplias y con un buen baño.
Quizás le hace falta un poco de remodelación, pero tampoco demasiada ya que le quitaría encanto. El personal del hotel es muy agradable, dispuestos a ayudarte en cualquier momento.
En cuanto al desayuno, estupendo, además se desayuna en el jardín con unas vistas increíbles del puente que cruza las cataratas hacia el lado de Zambia.

Además la comida está bien y tampoco es cara para ser el sitio que es.
Un paseo por los interiores merece la pena, incluso los lavabos!!
En principio la idea era de tomar cualquier cosa pero al ver la carta vimos que los precios no eran muy desorbitados a pesar de ser el mejor hotel de la ciudad. Por tanto decidimos comer con unas estupendas vistas del puente, entre monos correteando por el verde y floreado jardín.