Ciudad de los
Al llegar a Valls nos dan la bienvenida una serie de orgullosas torres que se elevan al cielo, después, uno descubre que en Valls hay mucho de este orgullo vertical: "los castillos humanos", los calçots, uno de los campanarios más altos de Cataluña (74 metros).
Valls, además de ser la capital de la comarca del Alto Campo (Alt Camp) es la cuna de la calçotada, de los castellers y alguna que otra tradición catalana más. Esta pequeña ciudad tarraconense es un importante cruce de caminos que ha sabido hacer de sus tradiciones todo un emblema.
Hoy he llegado a Valls buscando una de sus fiestas más tradicionales (Els tres Tombs), pero por lo visto,me he equivocado de fecha. Eso no me ha impedido disfrutar de esta ciudad. Des de la Oficina de turismo me han indicado, muy amablemente por cierto, una serie de rutas que podía hacer para aprovechar mi estancia.
Reconozco que Valls me ha sorprendido gratamente, aunque hace años estuve aquí para participar en su fiesta de los calçots, no la disfruté como hoy. Así que, he decidio hacer, lo que pocas veces hago, coger el plano de la ciudad y seguir las rutas marcadas, con cámara en mano y ojos àvidos de nuevas experiencias.
Desde un imponente Teatro Principal, pasando por antiguas chimeneas reconvertidas en monumentas a las tejedores, esculturas a los castellers (nombrados recientemente Patrimonio Inmaterial por la Unesco), antiguos barrios judíos, alguna que otra casa modernista, tiendas de curioso sabor "retro", Valls tiene rincones que merece la pena no perderse.
Un agradable domingo en una ciudad acogedora y cargada de tradicionalismo. No os descubro más secretos, ahora os toca a vosotros descubrirlos;), os puedo asegurar que queda alguno más.


