Valle de Boí

No hace falta cerrar los ojos y esforzarse para imaginar la vida en la Vall de Boí hace diez siglos. Como si el valle de la comarca de la Alta Ribagorça por donde corre el río Noguera de Tor estuviera imbuido de algún sortilegio, sólo basta contemplar el paisaje y escuchar su silencio desde alguna de sus pequeñas iglesias para retroceder en el tiempo. Ubicadas en sitios solitarios de una belleza apabullante o en entrañables pueblecitos, las iglesias románicas de la Vall de Boí –construidas entre los siglos XI y XII y declaradas Patrimonio de la Humanidad en 2000- llevan a percibir el espíritu devoto del hombre común del Medioevo.

Viajar en familia es diversión asegurada. Y que mejor que disfrutar de la compañía al aire libre.
El Valle de Boí ofrece diversas actividades para todos los gustos, para los más pequeños y para los jóvenes.
A mis 13 años viaje un verano con mi familia al Valle de Boí con el fin de realizar unas vacaciones diferentes a las que solíamos hacer.
Durante el viaje pudimos hacer actividades como montar a caballo, senderismo y lo mejor de todo, rafting. Ya siento no tener fotos de aquella experiencia, pero las cámaras de fotos no eran tan modernas como las de ahora y no se llevaban muy bien con el agua.

Si visitan el Valle de Boí es imprescindible una ruta por el conjunto Románico de la Vall de Boí, es Patrimonio Mundial de la Humanidad y esta formado por 9 pequeñas iglesias bellisimas. Son de estilo románico y construidas durante los siglos XI y XII. Destacan los conjuntos de pintura mural que albergan algunas de ellas.
No solo son bellas estas Iglesias también lo son el entorno que las rodea, los pueblos, montañas.....
Esta ruta en coche se puede realizar completa en un día, los pueblos están muy próximos unos de otros.
Para comenzar la ruta recomiendo ir primero al pueblo Erill

Las fallas son una fiesta de fuego, se creía espantar los malos espíritus y daban gracias a las buenas cosechas. Las Falles de Boí se celebran el mes de Junio por Sant Juan, en esta fiesta participa toda la familia hasta los más peques. Cada participante enciende su Falla en una hoguera. Se hace la bajada desde la montaña hasta llegar al pueblo donde se arrojan las Falles en una hoguera, donde se acaba con música, bailes y fiesta en todas las calles del pueblo.

Un lugar digno de ver,sobre todo para los amantes de la naturaleza : relax,tranquilidad,buena comida, excursiones a los parques naturales,donde se pueden hacer fantásticas fotografías del : lago de llibreta, hayedos de Conangles y Besiberri,os lo recomiendo sobre todo en la estación otoñal , los colores son fantásticos.

Unas preciosas y divertidas Navidades con los más pequeños, disfrutando en la estación de esquí de Boi Taül, alojamiento a poca distancia de las pistas con muchas actividades y juegos para niños, fácil acceso a las instalaciones deportivas, ambiente familiar, nada masificada y remontes cómodos, y buen servicio general.

Sus montañas rodeadas de infinita e indescriptible serenidad, te relajas mirando todo lo que te rodea.

La estación de Boí Taüll es pequeñita pero compensa con largas pistas y paisajes sorprendentes.
Para el après ski nada mejor que hacer una ruta por alguna de las 8 iglesias románicas que esconde el Valle de Boí.