¡Bellísimo!
Es el más inhóspito, oscuro, y a ratos impenetrable a la vez que hermoso, de los valles que forman el Parque de Monteperdido. Las excursiones de senderismo recorren el valle por el Cañón de Añisclo desde el Puente de San Urbez hasta el collado de Añisclo (al que también llegamos desde el Valle de Pineta en una ruta).
La grieta de Añisclo (de unos 30 km de largo) es recorrida por el Besós desde un nacimiento a los pies del Soum de Ramond en una serpenteante, vertiginosa y enrevesada senda.
Un espeso y húmedo camino nos conducirá a través de este valle para dejarnos boquiabiertos en más de una ocasión.