Valderrobres

El recibimiento ya es abrumador: desde la orilla enfrentada del río, un precioso puente de piedra cruza el espejo en que se refleja para adentrarte en un pueblo medieval lleno de callejuelas de piedra de los que te apetece reconocer cada recodo. En la cima, coronando por la iglesia de Santa María la Mayor, la Casa Consistorial y el Castillo del Arzobispo (por cierto, merece la pena la visita no solo por sus interiores, sino por las vistas desde la planta superior del mismo).

En resumen, creo que es uno de los pueblos más imprescindibles de visitar en España.

Después de cruzar el gótico e imponente puente de piedra de origen medieval, se llega a la puerta de la torre de San Roque, que era la antigua entrada a la ciudad, no se puede tener mejor comienzo.

Hoy declarado Conjunto Histórico-Artístico, en la plaza teneis una casa palaciega, que era la de Pereret y el Ayuntamiento, obra terminada en 1599 y digno representante del manierismo aragonés.

En las alturas de la ciudad, se encuentra el castillo-palacio, las teorías más recientes lo ubican en el siglo XII y la iglesia de Santa María del siglo XIV-XV.

Hay una gran variedad de edificios notables, y buenos lugares para comer y quedarse unos días.

Tiene gran cantidad de edificios monumentales como su ayuntamiento o la Iglesia de Santa María la Mayor, próxima al castillo.

Disfrutamos muchísimo de visita en el secadero de Fuentespalda, aprendiendo el proceso de curación de los jamones, después visita al bonito lugar de Valderrobres y estupenda cena en la Esencia

Destaca el puente gótico sobre el Matarraña, el Ayuntamiento y el Castillo-Palacio que domina la población.

Y no me extraña. Sus callejuelas laberínticas tienen mucho encanto y si subes hasta el castillo, desde él puedes disfrutar de unas vistas panorámicas de 360º.

Castillo e iglesia monumentales que hacen de Valderrobres parada obligatoria. Horarios y días de visita demenciales ( por ejemplo, lunes de 10 a 14, martes, miércoles y jueves cerrado!!????, viernes mañana y tarde, etc), total, una lotería si quieres visitarlos. Casco viejo bien empedrado y lleno de casas destrozadas alternadas con otras reconstruidas, algunas calles mejor ni pasar. Algunos buenos restaurantes con buena relación calidad-precio.

Su casco antiguo es una maravilla.

Pueblo realmente pintoresco. Muchos rinconcitos de los que enamorarse. Merece la pena.

Es una preciosidad y Matarrañas con sus acantilados es único sus aguas cristalinas