Testigos de cien años
La Fundidora de Monterrey es todavía un ícono de la ciudad, el parque que se construyó en sus vestigios es moderno, funcional y cuenta con una administración extraordinaria.
En sus jardines se encuentran dos vagones originales de la época de producción del acero en este sitio.
Esta maquinaria, operada al inicio por personal extranjero y posteriormente por mexicanos, muchos que emigraron a esta ciudad en busca de mejores condiciones de trabajo, permanecen como objetos inertes de mueso, piezas únicas que son rodeadas y montadas por niños y adolescentes que desconocen sus orígenes e importancia.