La villa hermosa
Afortunadamente, Agüimes entra dentro de esos pueblos que la voluntad del hombre ha decidido recuperar y conservar para que los visitantes podamos disfrutar de ellos. Un casco histórico realmente hermoso y limpio, cuidado hasta en sus más mínimos detalles, nos atrae con sus muestras de arquitectura canaria de varias épocas, con sus tranquilas plazas y la amabilidad de su gente, con la luz que parece salir no del sol, sino de la tierra y con innumerables muestras que sienten sus habitantes por compartir sus inquietudes culturales y su vida.
Basta caminar por sus empedradas calles para volver a un pasado que retorna a nuestros ojos, que funde el calor de la tarde grancanaria con la claridad que reflejan sus casas y la belleza de sus edificios, como el Templo Parroquial de San Sebastian, que más parece una catedral que una parroquia, por lo grande, imponente y espléndido en su sencillez. O la coqueta plaza de San Antón, con su completo Centro de Interpretación que nos enseña las interesantes características de las casas de campesinos, de la burguesía, talleres artesanales, ermitas, iglesias y conventos de la Villa.