Udaipur

Udaipur, también conocida como la ciudad blanca es una de las joyas del Rajastán indio. Una de las ciudades de los lagos y para nosotros, una de los rincones imprescindibles de esta zona de la India.

El lago Pichola y sus edificios rodeados por el agua (incluyendo uno de los hoteles más lujosos del mundo), la ciudadela vieja con sus puertas, sus templos y sus ghats milenarios y sus estrechas callejuelas, ahora abarrotadas de motos, gentes y comerciantes, dan la impresión de que el tiempo se ha congelado para siempre.

El humilde teleférico, más frecuentados por el turismo local que por el extranjero, lleva a un templo igual de humilde.

Una vez has llegado a Udaipur, una visita obligada es el Palacio de la ciudad ( 50Rs+25Rs incluyendo la entrada al museo - cámaras +200Rs) y el horario entre 9:30-17:30.

Conviene madrugar y llegar temprano, ya que la afluencia de turistas, extranjeros y locales, y visitas guiadas es elevada. De esta forma te evitas las colas a la hora de entrar y salir de las distintas zonas de visita.
Para relajarse y descansar, en el patio interior del Palacio hay unos restaurantes y terrazas desde donde se puede contemplar la fachada de 244m del longitud y 30m de altura.
Todo el Palacio está constituido por una sucesión de edificios, torres, balcones y cúpulas. Desde los balcones superiores se puede ver el lago y la ciudad. Merece la pena visitar el museo, tiene mosaicos imponentes, vidrieras, espejos, jardines, azulejos y pinturas en los diferentes edificaciones.

Udaipur o también se la podría denominar ciudad de lagos y palacios. En mi caso visité el llamado "Palacio de la Ciudad", cuyo museo alberga valiosas colecciones de miniaturas y los "Jardines de las Damas de Honor". En esta ciudad se encuentran los talleres de pinturas y es un sitio ideal para comprar este tipo de recuerdo.

Una de las ciudades con más encanto de la india,un lugar especial que hace que el viajero se encuentre como en casa,presidida por el city palace y teniendo como imagen más representativa al lago y el edificio hotel que lo centraliza,Udaipur.

Es una muestra más de la contradicón que es la India,pues aquí el caos no se aprecia,reina una relativa calma y una apacible vida tranquila en su ciudad vieja es un agradable trajín de calles,callejuelas,de casas de colores y mercados donde el viajero se siente como en un pueblito,todo ello trasladado al ambiente siempre embriagador de la mágica,fascinante

Un lugar, donde el atardecer es todo un privilegio para la vista de cualquiera. Donde el color impera por toda la ciudad. Dondes los niños disfrutan de un baño en el Lago Piccola, entre risas y juegos, miran asombrandos ante nuestro objetivo.

Udaipur, es el lugar, donde descubres la verdadera inocencia del pueblo hindú, donde los olores, el color y las vacas sagradas se mezclan...
Tan sólo con la sonrisa de aquella mujer que barría cada mañana el Ghat, el lugar donde los pequeños templos y el baño purificador y las ofrendas de sus gentes hacen de Udaipur, un lugar indispensable en

Para mí fué una de mís paradas favoritas en la ruta por el Rajhastán. Udaipur es una ciudad viva, llena de misticismo, gente realmente amable, las calles llenas de tiendas de telas, plata, ropa, sandalias.... uno de los lugares perfectos para hacer compras. También fue uno de los lugares donde se respìraba más la importancia que le dan a su religión y costumbres.

Considerada una de las ciudade más románticas de India, el centro de Udaipur merece bajarse de los "tuc-tuc" y dedicarse a caminar por sus callejuelas que se entrecruzan y limitan con el lago Pichola. En estas hay un gran número de bazares con ofertas en platería y pinturas; muchos templos y un variado transitar de gente y motos locales. La arquitectura a escala humana y que ha mantenido su tradicional estilo ofrece una oportunidad única para pasear y perderse sin temer nada. La gente es extremadamente simpática y respetuosa.