Turruncún

Hay lugares que desprenden magia, misterio y belleza a partes iguales. Este es el caso del pueblo riojano de Turruncún. A escasos 10 kilómetros de distancia de Arnedo y completamente abandonado en los años 80, hoy ofrece una imagen espectacular a todos los visitantes que se quieran acercar a descubrir los restos de la aldea.

Los años y el abandono resultan implacables con Turruncún. Poco a poco van cayendo los últimos muros que se mantienen en pie. El único edificio que se muestra orgulloso sobre sus cimientos es la iglesia creando una visión espectacular del pueblo.

Merece la pena pasear entre sus calles ya dominadas por la vegetación y descubrir rincones que aún recuerdan tiempos mejores de Turruncún. Imágenes desoladoras pero increíblemente bellas.

Nos acercamos a verlo de día (de noche ni se me ocurre), y la verdad es que esa sensación de abandono no me gustó nada. Quizás para hacer una foto de lejos no está mal, pero si te das cuenta de cómo lo ha dejado el paso del tiempo, sientes tristeza.