ANADEL
Muy concurrido
Es uno de los dos restaurantes que nos recomendó nuestra anfitriona en Orvieto, y reservé el día anterior ya que lo vi a rebosar.
Es una casa de comidas con decoración rancia, mesas bastante juntas y muy concurrido.
Los platos de pasta estuvieron buenos, aunque no para tirar cohetes, el tartufo estaba algo insípido, y los segundos aceptables aunque faltos de acompañamiento. Pagar por unas pocas patatas o un poco de arroz no me parece bien.
+5