Alberto Conchado Sánchez
Trampa para turistas
Hay 2 temas aquí. Vaya por delante que el sitio es muy bonito y con muy buen ambiente. La comida estaba muy buena y no tardaron en servirla. También era abundante.
Dicho esto, es una trampa para turistas. El sistema que tienen montado es el siguiente:
Fuera, una camarera capta clientes, atrayéndolos con el precio de las pizzas, bastante baratas. Dentro, un camarero que habla bastantes idiomas te recomienda la pasta con bogavante y el rodaballo que es el plato más caro. El truco está además en que en la carta el precio del plato es por 100 gramos y no te dice cuánto te va a traer ni aunque se lo preguntes, es el único en que ocurre esto.
Vimos varias mesas protestar por esto al recibir la cuenta y nosotros nos dimos cuenta a tiempo por suerte y no caímos pero incluso nos preguntaron: "por qué queríamos otro plato en vez de ese".
La broma hubiera supuesto pasar de una cuenta de 55 a una de 120.
Además, en cuanto a las cantidades, te recomiendan mucho más de lo normal para pedir. Nosotros comemos mucho y lo que nos recomendaron casi ni lo pudimos acabar.
En resumen, un restaurante con buena comida pero en el que tienes que ir con mucho cuidado y no atender a ninguna recomendación si no quieres salir trasquilado.
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