La plaza más bonita que he visto nunca
Me encantó esta plaza nada más llegar, ¡es preciosa! Llegué a ella tomándome un frapuccino comprado en una calle cercana, y no quería irme. Me asombró la belleza de la plaza, tan clara, tan limpia. Presidida por las ya conocidas estatuas de leones a los pies de la figura del Almirante Nelson en lo alto y con la National Gallery de fondo, esta plaza es una maravilla. La parte central con sus dos fuentes de aguas cristalinas es preciosa. Justo cuando yo fui había una exposiciçon de chocolates de regalo, ¡pude disfrutar de la ciudad de la forma más dulce! Desde el aire se puede ver lo cuadriculada que quisieron planificar la plaza y eso la hace perfecta.