Torre de Londres

La torre de Londres está situada en Tower Hill, en la zona este de la capital inglesa, a orillas del río Támesis.

Este espectacular monumento (en realidad no es simplemente una torre sino un castillo medieval), resume perfectamente la historia de Londres e Inglaterra y por eso es Patrimonio Mundial de la UNESCO. Os recomiendo que no os vayáis de la ciudad sin haberlo visto. Cada año la visitan más de 2 millones de personas.

Aquí podréis ver las joyas de la corona (incluida la corona original de la reina Isabel II y todas las coronas de los reyes ingleses), los famosos cuervos de la torre, los restos de la ciudad romana, la residencia de los reyes, el lugar donde estuvo recluido Tomás Moro, las zonas de tortura… y unas vistas espectaculares del río y el Tower Bridge de fondo.

Cuando se entra en la Torre de Londres y se emplea un poco la imaginación el tiempo retrocede 900 años y nos traslada a los tiempos de Ana Bolena, prisionera en este complejo y ejecutada por orden de Enrique VIII.

Visita obligada es la colección de joyas de la corona británica, donde se puede contemplar el famoso diamante KOH- I- NOOR, uno de los más espectaculares del mundo, entre otras joyas.

En el recinto existen tres tipos de personajes que llaman la atención del visitante: La guardia real con su gorro de piel de oso, los Beefeaters y los cuervos. La importancia de estos últimos se debe a una leyenda que corre en el lugar, según la cual, cuando desaparezcan, el reino de Inglaterra se desplomará. Para evitarlo, estos cuervos tienen las alas cortadas, de modo que no puedan huir.

Uno de los castillos que más me ha encantado de todos los que he visto sin duda alguna, ¡y también el que más escaleras tiene! Pero merece mucho la pena subirlas. Te quedas encantada con todos los recuerdos que hay en él, coronas, cuadros, esculturas, armaduras, muebles, recreaciones de dormitorios... Si te gustan ese tipo de cosas y disfrutas adentrándote en el pasado, ¡no puedes irte de la ciudad sin visitarlo!
En la zona de fuera ya cuando terminamos de recorrer el castillo hay un lugar pequeño de jardines verdes donde hay también apartamentos ingleses (aunque no tan típicos) resguardados por un clásico guardia británico.