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Precioso
Entre los atractivos del Royal National park destaca un acantilado por sus peculiares formas, el llamado Wedding cake (pastel de boda). Ciertamente la piedra caliza y blanca del lugar ha sido tan caprichosa como para conformar una cuña bien pulida y enorme que recuerda mucho a un pastel clásico de boda. No obstante, en unas décadas (o quizás menos) se acabará el espectáculo, ya que la pieza tiene una gran brecha que terminará por arrojar el susodicho pastel al océano. Sin embargo, toda la gente que se sigue paseando por aquí, no termina de desafiar su suerte, y se planta en la misma punta para hacerse la foto de rigor, jugándose la vida...Por más advertencias, avisos de seguridad y vallas que pueda haber.
El lugar es de una belleza y singularidad importante si bien uno teme por la vida de los que quien sabe cuándo , puedan caer a los acantilados...
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