Gonzalo Moreno
Visita obligada.
Es el mejor restaurante de Byron Bay, tal cual. Pero no esperes el clásico restaurante de lujo, más bien puedes esperar un pequeño rinconcito super acogedor, romántico y con mucho encanto.
El trato también es de lujo, sus dueños (franceses) son realmente simpáticos. Y antes de ir al grano, un último detalle: prueba la cerveza que te recomienden, no te arrepentirás.
Al grano: aquí se viene a probar sus caracoles. A mi me encantaron pero, claro está, te tienen que gustar previamente para dar el paso. Son enormes, están rellenos de una salsa buenísima que me recordó a pesto (si es que no lo era) y vienen, como en Francia, con un utensilio para sacarlos.
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