Cristina E Lozano
Un sitio único
Entrar en sauna, darse una ducha, tomar un té, sentarse alrededor de una hoguera a charlar, tumbarse en unos cojines a ver las estrellas. Ese es el pan nuestro de cada día en The Dome, uno de los secretos mejor guardados de Koh Phangan. Para mi, un sitio mágico.
The Dome no es fácil de explicar, para entenderlo y apreciarlo hay que vivirlo. Es algo muy sencillo, natural. El ambiente es muy respetuoso y relajado, y la gente que lo frecuenta suele estar relacionada con el mundo del yoga (muchos son alumnos de la escuela Agama Yoga, por ejemplo). Si estás planeando una tarde noche relajada y especial, no podrás encontrar mejor sitio que este.
Eso si, no creo que sea un lugar para todo el mundo. No llegues a él buscando un bar. Aquí no se va a escuchar música ni a tomar cervezas. De hecho, no sirven alcohol, solo te, zumos, algún caldo, dulces veganos y poco más.
Entrar a The Dome cuesta 150 baths (unos 3,5 euros) y una vez dentro puedes pasar tanto tiempo como quieras (abre sobre las 19:00 horas y cierra a medianoche), usar la sauna, las duchas, los aceites esenciales para después, tomar agua, y remolonear todo lo que quieras y más. A mi me encantó.
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