Buena localización y ambiente tranquilo.
El hotel Crockett recibe su nombre de uno de los héroes de la batalla del Álamo.
Su localización no podría ser mejor: justo en el límite del centro de la ciudad, por lo que su calle no es nada ruidosa y se puede circular tanto en coche como a pie con tranquilidad. Además tiene el Álamo a sus espaldas -literalmente- y está a pocos minutos a pie de cualquier zona del centro y de la estación de tren.
Tiene 2 entradas: la principal, que está frente a la piscina (exterior), y la trasera, que da al Álamo (esta puerta se cierra a las 10 de la noche).
En la entrada principal está el front desk, decorado con un piano y sillones de cuero. Seguidamente encontramos el lobby o zona común, con paredes de ladrillo visto y más sillones de cuero. Ésta zona está iluminada con luz natural y las ventanas de las habitaciones interiores dan aquí. Comunicando con el lobby, pero en la parte trasera, está el desayunador con grandes ventanales a la calle.