El Burren

The Burren es un paisaje de piedra sobre todo caliza cubre 320 kilómetros cuadrados que es el hogar de más del 70% de la flora nativa de Irlanda.

En nuestro tour a los Cliffs of Moher, fuimos primero a una casita en el campo que nos llevó a lo alto de un monte, desde donde se veía toda la inmensidad del paisaje. Era muy agotador, pero las vistas merecían la pena.
Lo que recuerdo que nos contó, ya que hablaba algo rápido y no entendiamos mucho, es que las pocas casas que hay por la zona tendian a ser negras y blancas para aguantar el sol y el frío por igual, y que esa zona es donde

Las colinas del Burren fue uno de los lugares más sorprendentes que visité en Irlanda, y no puedo dejar de recomendar encarecidamente que lo incluyáis en vuestra visita a la isla.
Un mar de piedra se extiende ante nosotros. Fantástico es la palabra que mejor lo define. Las rocas kársticas, de caliza, han sido oradadas durante siglos y siglos por el agua y el viento. Las colinas de cumbres redondeadas y aplanadas lucen auténticos dibujos rectilíneos y a la vez agujereados como si un batallón se hubiera dedicado a disparar sin descanso... La impresión de cuadro abstracto no os abandonará...

En verano, las flores silvestres y las hierbas se abren paso entre esos agujeros, pero sin ocultar estas formaciones tan fantásticas.

Burren National Park, al noroeste del condado de Clare, es uno de los parques nacionales de Irlanda.

Los paisajes de este parque son totalmente diferentes al resto de paisajes irlandeses, ya que se trata de una zona “menos verde”, formada por piedras y rocas kársticas, llena de restos arqueológicos como el Poulnabrone Dolmen.

Con un pequeño paseo alrededor del dolmen, veréis que la vegetación de esta zona también es diferente de la del resto de la isla.