Buen pub, buenas pintas y buena música
Es uno de los bares que más visitamos durante nuestra estancia en Dublín. Aunque era uno de los sitios más caros respecto a la bebida, la música tradicional en directo y el ambiente fueron insuperables.
Hay dos pisos y en otro inferior se encuentran los baños. Normalmente solíamos quedarnos en la planta baja ya que estaba la barra y el músico en ella, y nos gustaba sentarnos alrededor de los barriles que se usaban de mesas.
También es un restaurante pero no llegamos a comer allí nunca.