Terraza de los elefantes

La Terraza de los Elefantes como bien cuentan mis compañeros es un lugar de celebración ya que es en este lugar donde desfilaban las tropas ante el rey cuando conseguían una importante victoria. Es una zona muy verde pero descubierta. Quizás es uno de los lugares donde menos sombras hay y dondo más calor pasas pero no puedes dejar de visitarla. Evidentemente encontrarás esculturas de elefantes pero también de otros animales reales y mitológicos que han compartido la historia de la cultura Khmer.

Si te pones en situacion tampoco cuesta mucho imaginar como fué este espacio ya que todavía quedan partes de la terraza que puedes recorrer. Su orientación es hacia la Puerta de la Victoria por lo que podemos imaginar el recorrido que hacían las tropas entrando a la ciudad por dicha puerta hasta llegar a la Terraza de los Elefantes.

Es eso precisamente, una terraza de unos 300 metros que se extiende desde el Templo Baphuon hasta la Terraza del Rey Leproso. El uso principal de esta terraza era que el rey, a modo de escenario, pudiera seguir las marchas militares de sus generales y soldados tras conseguir la victoria en una batalla. Esta terraza tiene 3 niveles con unos bajorelieves bastante bien conservados. La parte principal es el frontal en el que se pueden observar las cabezas de los elefantes con la trompa acabada en una flor de loto. Como bien dice Miguel Angel, es una zona muy despejada y el sol aprieta.

La terraza de los elefantes se encuentra junto al palacio real, concretamente comienza desde el acceso al Baphuon y finaliza en la terraza del rey leproso. Tiene una extensión de unos 300 metros y se encuentra muy bien conservada.

En el centro del lugar se encuentra la enorme explanada de la plaza real, que era el lugar donde el monarca asistía a los desfiles conmemorativos que se celebraban.

La terraza de los elefantes está formada por tres plataformas que se encuentran decoradas con unos bajorrelieves preciosos. En la zona más baja hay un muro de contención que posee unas tallas increíbles de leones y garudas que, además, se encuentran en un estado de conservación perfecto.

Gran vista y un lugar muy especial donde sentirte en otra época. Visitar a primeras horas de la mañana.