Aguas milagrosas
El Templo del Pocito se empezó a construir en 1777 con el diseño de Francisco Guerrero y Torres. Se hizo sobre un pozo de aguas que tienen fama de milagrosas y esto dio origen a las peregrinaciones a a este templo. Es del estilo barroco y la única con base circular que se hiciera en el siglo XVIII en México. Este carácter permite que el visitante perciba el espacio poco a poco. En 1815 el insurgente José María Morelos se le otorgó como última voluntad ir a orar a la Virgen de Guadalupe en este templo antes de ser ejecutado.