Sería sobre el año 1980 cuando Cádiz se co...
Sería sobre el año 1980 cuando Cádiz se convulsionó en una huelga de la construcción, casi un año después de una famosa huelga de hambre de doce parados que consiguieron en sólo tres días de penuria 200 puestos de trabajo. Eran otros tiempos, en agosto ha sucedido lo mismo y la población no ha explotado como entonces.
Viene esto a colación porque estábamos en asamblea cuando alguien gritó que se estaba haciendo una obra cerca de la Catedral. Y todos salimos en tropel dispuestos como fuese a impedirla. Allí, en un solar que da al mar, nos encontramos a algunos compañeros desconcertados. Había habido un incendio y al retirar los escombros habían hallado piedras muy antiguas, sin saber lo que eran. Y allí nos quedamos largo tiempo intentando adivinar qué es lo que escondía el subsuelo.
Se trataba de uno de los mayores teatros del mundo romano, casi a flor de tierra. Es casi un milagro que en una ciudad tan pequeña como Cádiz haya sobrevivido a los sucesivos movimientos de tierra para las posteriores edificaciones. En realidad parte de él se haya bajo las casas colindantes, la parte reservada a los actores. Pero todo lo demás está entero, salvo las figuras y la decoración del nivel más alto del teatro que ha sido desmochada.
Estamos acostumbrados a visitar teatros desde abajo, pero este teatro no está en altura sino en una hondonada. Por ello ha sobrevivido y por ello la calle queda en su nivel superior. Esto le da un aspecto muy limitado, pareciendo que no es apenas nada más que unos graderíos con pinta de erosionados. No es así, la apariencia de este monumento engaña.
Y siguiendo con mi historia os diré que han pasado muchos años desde su descubrimiento y, a pesar de vivir en Cádiz largas temporadas, jamás lo visité, siempre estaba cerrado. Como sólo abre por las mañanas, horario que me parece una indecencia, no está al alcance de los trabajadores. Tampoco de los estudiantes de la UNED, pues me desplazaba al centro por las tardes, y terminé licenciándome en arqueología y preparando la tesis sobre el mundo antiguo de la Baja Andalucía sin conocer el teatro que tenía más cerca, ironías del destino.
Afortunadamente existe Minube y un día cogí vacaciones y nos encajamos en Cádiz para hacer fotos. Y os cuento mis impresiones.
El teatro se halla en el Paseo Marítimo, un poco antes de llegar a la Catedral. Ahí no se puede aparcar, nunca hay sitio. Lo suyo es olvidarse de dar vueltas y meterse en el aparcamiento subterráneo que hay en esta misma calle unos doscientos metros más allá.
Es un buen sitio de partida incluso para conocer la ciudad, porque está muy cerca del centro urbano. La Catedral, la plaza de las Flores, el Mercado, el Arco del Pópulo, el Falla, el Puerto, etcétera, todo queda cerca de este punto.
Exteriormente está cerrado por una verja. Nada más entrar se pasa por taquilla de madera, se informan de donde vienes y te dan un folleto.
Das cuatro pasos y piensas que se han quedado contigo. Apenas cuatro arcos semiderruidos a tu altura y a tus pies un graderío semicircular. Como te han dicho que es uno de los teatros mejor conservados del mundo romano te piensas que muy mal tienen que andar las cosas para que lo que ves valga tanto.
Te estás asomando al teatro desde arriba, protegido por unas barandillas de madera. Luego, a tu derecha, hay una pasarela que te lleva hasta abajo. Aquí puedes dudar de continuar tu visita y marcharte a rincones más prometedores. Cuando fuimos llovía ligeramente pero recorrimos el camino que nos llevaba abajo.
La arena es pequeña, ello es así porque se hallaba contra un edificio, por lo que la parte más vistosa del teatro como es el frontal del escenario no se veía. Es un edificio antiguo y de poco valor, por lo que se espera que algún día permita que salga a la luz el resto del teatro. En la arena habían tres peones de la construcción haciendo un boquete, yo como arqueólogo alucinaba de la dejadez con la que trabajaban, entiende uno que después casi todas las ánforas antiguas estén rotas.
Pero en un lateral está lo mejor del teatro, las galerías. Sólo es visitable la derecha porque la izquierda está apuntalada por problemas de peso. Al final de la galería se llegaba a varias salas de gran tamaño en proceso de rehabilitación. Tienen iluminación natural a base de lucernas y posiblemente sean las destinadas a escuelas de actores, algo muy típico en tiempos de los Balbo. Se cuenta que entre las obras representadas hubo una escrita por el propio Balbo, y que al no gustarle la interpretación del protagonista le mandó ejecutar.
En tamaño este teatro es el segundo de España, tras el de Corduba, con una cávea de 120 metros, cuatro metros menos que el cordobés. Se le supone construido en el siglo I antes de Cristo por encargo del adinerado Lucio Balbo el Menor y es el símbolo del poder de Gades cuando controlaba el comercio de toda la Europa Occidental.
Tiene un aforo de 20.000 espectadores y es el teatro más antiguo de los descubiertos en Hispania. Tiene muchas similitudes con los teatros griegos, siendo un modelo de transición hacia el teatro romano en superficie. Se hizo con arena, cascotes, mortero de cal y hormigón (opus caementicium), los graderíos se recubrieron con un revoco de cal y trozos de cerámica, la zona de la orchestra y las galerías se reforzaron son sillares.
Adopta forma de semicircunferencia alargada llegando a parecer una herradura y teniendo las gradas perfil parabólico para mejorar la acústica. Es la tipología de los teatros griegos tardíos, tanto en Grecia como en la Magna Grecia del sur de Italia y Sicilia.
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