Arecibo culta y oculta
Muy, pero que muy chocante es andar por la apacible ciudad de Arecibo, esperando encontrar arquitectura suave, caribeña o colonial, apenas alterada por la altura relativa de la Catedral de San Felipe, y a unos pasos de ella darse de frente con tres edificios totalmente inesperados.
Bueno, al menos dos de ellos, porque el teatro Oliver ni desentona ni desmerece a la ciudad, muy al contrario, ya que desde que entramos en ella da ese aspecto y semblante de culta y empacada.
Se trata, fijando la atención en él, de una construcción de 1877 que fue restaurado con toda urgencia en el 2001, ya que presentaba serios problemas estructurales de mantenimiento y tras varias vicisitudes hubo que lavarle la cara y recuperar su antigua función.