Respirando la tranquilidad
Llegamos a medio día con el tiempo despejado y un cierto calor veraniego. Unos momentos y ya estamos comiendo al lado de un río, unas cortadas de jamón,un poco de aceite en el pan después de haberle puesto tomate. Hay hambre, demasiado tiempo desde el desayuno. Terminamos pronto y acudimos al hotel, unos momentos con los necesarios papeleos y nos preparamos para visitar el "pueblo" (las comillas simplemente marcan que no es un pueblo en si, más bien lo fue en otros tiempos un poco lejanos). Poca gente vimos por las estrechas calles, pero todos amables y serviciales. Casas antiguas y no tanto, rehechas