Precioso
Taramundi es precioso, pequeño y encantador y debe ser así durante todo el año, pero yo lo descubrí, con los colores del otoño y me enamoro. El valle que lo rodea parece sacado de un cuento.
El pueblo en si es pequeño lo recorres en apenas 30 minutos, vamos la calle principal, con hoteles, cafeterías, y algún banco. Tiendas curiosas cerca de la zona de iglesia y poco más.
Recomiendo pasar por la oficina de turismo, muy atentos te explicaran las diferentes rutas de senderismo que puedes hacer por la zona, así como los diferentes museos etnográficos que se pueden visitar.