Kris por el mundo
Lujo de maharajás
A mi no me daba el presupuesto para dormir en este hotel, pero si para acercarme a conocerlo y tomar una cerveza en el jardín de su bar.
En este hotel todo está en su sitio, todo cuidado e impoluto y el personal parece sacado de cualquier palacio donde aún habite un maharajá. El atardecer es un buen momento para llegar allí y disfrutar de la puesta de sol.