Taj Mahal

Había hindúes cenando en la mesa de al lado, con eso creo que te puedes hacer una idea sobre la calidad del sitio. Es, según tengo entendido, uno de los restaurantes indios con más solera en Madrid.

La comida toda riquísima, desde el arroz, que es una auténtica pasada, pasando por el pollo con salsa de coco, y los pinchos morunos (no recuerdo el nombre). Está todo excepcional, de verdad. El postre no me gustó demasiado pero en ese momento estaba tan satisfecho que me dio igual. Ah, y la cerveza muy especial, la podéis ver en las fotos. Las fotos, dicho sea de paso son bastante flojillas y es que la luz del sitio deja a los aficionados a la fotografía en evidencia...

El dueño sabe recomendarte la cantidad y el tipo de comida que más te conviene.

Es un restaurante pequeño pero muy agradable. Es conveniente reservar mesa los fines de semana.