Tablas de Daimiel

Poco más puedo decir de las Tablas de Daimiel que no se haya dicho ya por aquí... Tenía muchas ganas de ir y no me decepcionó, ahora que están llenitas de agua y vida, y a pesar de que el día amenazaba lluvia (y algo cayó).

La visita es libre y gratuita, y el acceso principal se realiza desde Daimiel (a 10 km). La Ruta Isla de Pan (la nº2, identificada en color amarillo) es la más popular, ya que a través de pasarelas de madera te puedes adentrar en el humedal, observar las aves y patos que por allí andan (mucho mejor ir por la mañana o a la puesta de sol, ya que es cuando hay más oportunidad de verlos... aunque decidimos ir ya entrada la mañana, por el tiempo que hacía y las probabilidades de lluvia en los extremos del día).

Es verdad que no tuve mucha suerte con el tiempo que me encontré cuando fui a visitar Las Tablas de Daimiel, pero aún así, el sitio me pareció asombroso. Ya me habían hablado maravillas de este Parque Nacional, pero hasta que uno no lo ve con sus propios ojos no es lo mismo.

Además, últimamente, como ha llovido bastante en la zona, ha recuperado mucha agua, que lamentablemente estaba viéndose afectado por una preocupante sequía.

Me encantó lo bien que está preparado el Parque para ser visitado, con preciosos caminos de madera que dan pie a realizar unas fotos fantásticas. No tuvimos la suerte de encontrarnos con muchos animales (debido a la tormenta que nos tocó), pero es una de las grandes maravillas que te puedes encontrar por allí.

Uno de los ecosistemas más valiosos de la Mancha; su fauna, su vegetación, todo en sí es "maravilloso y un gran ecosistema, el más valioso de la Mancha". Las lagunas están situadas en la provincia de Ciudad Real, entre los términos municipales de Daimiel y Vilarrubia de los Ojos.
Al haber llovido aproveché para ir a visitarlas ya que su aspecto cuando llevan agua es mucho más bonito y se muestran con todo su esplendor. Las visité en abril de 2014.
Adjunto una fotografía de "un Majano" que es una construcción típica Manchega: las piedras que entorpecen a los agricultores en su trabajo, se van amontonando unas sobre otras.

Este verano he tenido el privilegio de poder ver en situ la recuperación de uno de los rincones más bellos y de mayor vida natural de la Mancha: Las Tablas de Daimiel.

Es la primera vez que visitaba este Parque Nacional y me ha emocionado mucho ver como los lugareños explican que casi ha sido un milagro que el agua haya aparecido de nuevo gracias a las lluvias. Los efectos de la turba y de la sequía todavía son apreciables en algunos lugares, pero el agua y la vida han resurgido y han llenado de nuevo el parque de vida. La variedad de verdes, de azules y de marrones es impresionante.

Las Tablas es un lugar único, de una belleza intangible, serena, calurosa. Hemos realizado una de las rutas recomendadas a pie, ya que existen otras más largas y con coches especiales pero ya estaba todo reservado.