Marilo Marb
Entre Casanova y Leboreiro, nos paramos...
Entre Casanova y Leboreiro, nos paramos a desayunar en la Taberna Do Coto, una casa antigua, regentada por alemanes, y la verdad es que se notaba, ya que éramos casi las únicas españolas que estaban sentadas en la terraza exterior, el resto eran peregrinos compatriotas suyos, y todos consumiendo unos desayunos "pantagruélicos".
El café con leche, tostadas con mantequilla y mermelada (las tostadas eran dos rebanadas grande de torta gallega) 2,50 Euros.El servicio es muy rápido, y tanto los baños como el bar inmaculadamente limpio.
Justo en la casa de al lado, hay una señora( en
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