Boudhanath

Ya comenté que el mejor momento para visitar la Stupa de Bodhnath es a la tarde. Al mismo tiempo que monjes y personas oran dentro del templo, alrededor de la stupa comienza un ritual entrañable: Los budistas de Bodhnath, casi todos refugiados tibetanos, comienzan a circunvalar el templo (siempre en el sentido de las agujas del reloj) mientras oran con sus grandes collares de cuentas o hacen girar los preciosos ‘sonajeros’ budistas. La cantidad de vueltas es algo que decide cada uno, y es conmovedor ver pasar a gente muy mayor varias veces, caminando muy lentamente. El ritual de caminar alrededor de la stupa es también un evento social. Mucha gente va sola, concentrada en sí misma, pero también se forman grupos que van conversando alegremente.

La maravillosa Stupa del barrio tibetano de Boudnath está siempre llena de vida, pero, sin duda, la tarde es la mejor hora para visitarla. Cuando comienza a caer el sol, grupos de monjes se instalan en las terrazas cerca de la enorme cúpula, entonan cánticos maravillosos o leen, generalmente mantras con los que muchos entran en trance. Uno puede acercarse, sacar fotos, observarlos durante horas, y ellos están en su mundo, ajenos a todo lo que los rodea.

En las afueras de Kathmandú (a unos 6 kilómetros de Thamel) se encuentra la pequeña localidad de Boudha, que con el paso de los años y sobre todo a partir de la invasión China del Tibet (1959) se ha convertido en lugar de acogida para miles de refugiados procedentes de este país.

Olores familiares – como el de la mantequilla de yak-, monjes budistas que se enfrascan en discusiones teológicas sin fin, el ocre de las túnicas de los monjes, banderas multicolores ondeando al viento, textos tibetanos en los escaparates de las tiendas, ruedas de oración al pie de los templos, el inconfundible murmullo del mantra budista: “Om maní padme hum” que suena sin cesar en boca de los incontables peregrinos que se dirigen hacia la gran estupa de Boudha , detalles que evocan al vecino y añorado Tibet, sin embargo nos encontramos en el corazón de Nepal, a escasos kilómetros de su metrópoli Kathmandú….