Hay pocas rutas en el mundo que puedan...
Hay pocas rutas en el mundo que puedan presumir de conectar dos extremos de un continente de manera ininterrumpida, pero seguro que una de las más solitarias es esta autopista que conecta las ciudades de Adelaide con Darwin en el Territorio del Norte.
Son mas de 2800 kilómetros de rectas infinitas que se pierden en el horizonte, y la mayor parte de ellos discurren por en interior desértico del país. Como tal, es la principal ruta de abastecimiento de las pocas comunidades que hay en el desierto, por lo que es frecuente cruzarse con los llamados “road trains”, camiones de alto tonelaje (pueden llevar hasta cuatro trailers) que transportan prácticamente todas las mercancías que circulan por la zona. Estos camiones tienen prioridad de circulación frente a cualquier otro vehículo en estas vías, y ocupan más que su propia calzada, así que si ves venir uno de frente, mejor te apartas con cuidado a un lado (ellos no van a parar por ti).
Como en casi toda Australia, conviene no circular de noche si se puede evitar, o al menos, extremar las precauciones. Los animales están especialmente activos con la caída del sol y lo más probable es que acabes chocando con un canguro, lo que suele ser malo tanto para el animal como para el conductor.
Me encantó la experiencia de poder hacer parte de este recorrido, entre Alice Spings y Uluru, y así poder asimilar lo terriblemente vacío que está este país/continente. Este tramo es de los más transitados de toda la ruta y cuenta con gasolineras a distancias “razonables” (una cada 300kms, más o menos). Para transitar las partes más aisladas de la autopista es necesario contar con depósitos adicionales de agua y combustible. ¡Y un montón de tiempo!


