Las esculturas son preciosas
La iglesia de St Lovro, o San Lorenzo de Trogir, es la joya de esta pequeña ciudad, patrimonio mundial de la UNESCO, ubicada en la costa croata, a unos 30 kilómetros de Split. Una visita que no te puedes perder, la parte de la iglesia es gratuita, pero para poder subir al campanario y admirar la vista, hay que pagar dos o tres euros.
En la iglesia, las esculturas son preciosas, los techos ricamente decorados, y es una de las pocas veces que vi una representación de Dios, que salía del techo en relieve, aparentemente para transmitir un mensaje a los hombres. En general, Dios no está representado como un humano.