Rafael German Aramburu Aguirre
El mejor sitio donde pude haber llegado.
Fue maravilloso llegar a este pequeño Eco House, nos atendieron de maravilla ( a un estilo muy familiar) la comida bien, sana, las habitaciones sencillas y comodas. Pero el lugar se lleva el trofeo, simplemente en plena selva, aca te sientes parte de la naturaleza y puedes observar aves y alguno que otro mono visitante. Creo que tuvimos mucha suerte de que nos recomendaran el lugar. Simplemente valió la pena.