isabel forteza
Son Tril.lo downtown.
Por norma general las visitas al cementerio no son agradables. Este lugar de la ciudad lleva una connotación de tristeza, melancolía, catástrofe.
Todo surge a raíz de un encargo en apariencia muy sistemático y vacío hablando fotográficamente. Las horas transcurren saltando de tumba en tumba y poco a poco aparecen sentimientos y sensaciones que nunca hubiera esperado.
Los primeros contactos con el espacio son inciertos, espero encontrarme con los típicos clichés funerarios y resulta que todo esto queda en un plano muy superficial. Enseguida que paso unas horas me doy cuenta de que aquí pasan cosas, ¿qué es lo que murmuran las piedras? todas estas fotografías, esculturas y epitafios dicen mucho más de lo que me esperaba.
A medida que avanza el trabajo voy almacenando vivencias sin saber digerirlas, llego a casa y proceso las imágenes al compás de "In to my Arms" de Nick Cave. Nada me deja indiferente pero nada es relevante. Una vez terminado el pesado trabajo, después de fotografiar, ajustar niveles, renombrar y entregar más de 5.500 sepulcros parece que la tarea ha concluido. Tengo la sensación de que todo lo que he vivido entre tumbas llega a su fin aunque dejará marca en mi espíritu vital.
Después de un tiempo he rescatado fotografías que no pude evitar robarle a Son Tril.lo y con melancolía resucito mis experiencias para expresar todo lo sentido entre estas piedras cargadas de historia.
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