Sóller

Emplazado a pocos kilómetros de la costa Tramontana, Sóller tiene un aire de distinción que se pasea por sus callecitas atiborradas de macetas. Aventurarse por Sóller es una pasada. Sus calles céntricas –casi todas peatonales- están sombreadas por enormes plátanos, su plaza -llena de vida y orlada por aromáticos naranjos- está custodiada por la magnífica iglesia de San Bartolomeu. Sus hermosas casonas merecen párrafo aparte. Desde la mañana a la noche tienen las puertas de sus patios abiertas para que todos gocen de su mobiliario y sus plantas. Sóller se ufana de su belleza, de su iglesia y de sus pastelerías. Nada como elegir un surtido de exquisiteces y disfrutarlos bajo los naranjos de la plaza.

Hay un tren con más de un siglo de antigüedad que llega hasta Sóller, pero nosotras vamos en coche. Dicen que el trayecto por las vías férreas es impresionante, una alegría para los que disfruten de un paseo por la naturaleza. El pueblo es todo un lujo arquitectónico... suben y bajan calles hasta que llegamos a la plaza mayor.

Allí nos sentamos a tomar un chocolate con ensaimada y nos adentramos en la vida tranquila de un pueblo en el que parece que el turismo no ha hecho mella. Hay niños que juegan con la pelota y corretean como en cualquier otro pueblo, solo que aquí, aunque sea agosto, corre una brisa que invita al paseo.

La ciudad de Sóller es un lugar muy pintoresco, es toda una atracción muy turística la cual no está muy lejos de la ciudad de Mallorca. El pueblo ofrece durante todo el año la vegetación y los famosos campos de naranjos. En toda la parte alta del pueblo se pueden admirar los diferentes y hermosos campos de naranjos, y además el propio el barranco de Sóller, y una parte del camino de la carretera al monasterio de Lluc uno de los más emblemáticos de la isla de Mallorca paseos, ocupado por turistas en el verano.

Si vas a Mallorca, toca escaparte un día a Sóller. Lo suyo es coger el tren desde Palma. El trayecto dura una hora más o menos. Al bajar de la estación del tren os recomiendo ir a la Plaça de la Constitución y tomaros alguna cosa en una terraza, lo recomendable es un zumo de naranja natural del pueblo, bueno, bonito y barato.

Soller es uno de mis pueblos favoritos. Desde la primera vez que lo vi, me encantó. Y el tren de Soller es precioso, puedes ver desde él muchos paisajes bonitos de la isla y es una buena ocasión para contactar con la historia :)

Te dejo unas fotitos. Un saludo!

Sa Fábrica de Gelats, en Sóller en la Serra de Tramuntana. Encontrarán helados tradicionales de primera calidad producidos usando productos locales, especialmente las naranjas y limones de Sóller. Tenemos una terraza acogedora donde podrán degustar nuestros más de 40 sabores diferentes. Estamos en la Plaça des Mercat, de Sóller.

Merece la pena la visita a esta ciudad tan pintoresca y con tantísima belleza mire por donde la mire. Una dica riquísima es hacer la travesía en tranvía de Sóller al Puerto, es un paseo inolvidable.

Publecito con mucho encanto. Entre las montañas de la tramontana. Su tren de madera es muy peculiar. No dejeis de pasear por el centro y ver la fachada de la iglesia de san bertomeu. Su puerto ofrece unas vista preciosas.

Soller es un pueblecito precioso, y lo mejor es ir desde Palma a Soller y viceversa en el tren antiguo de madera. De camino pasas por unos paisajes increíbles y cuando casi llegas al pueblo, las vistas son maravillosas! El tranvía de Soller tampoco tiene desperdicio!

Serra de la Tramuntana, un entorno paradisíaco, declarado monumento natural, te pararás cada 50 metros para dejarte seducir por un nuevo paisaje.